Antes de Zaibatsu:
Es extraño pero desde muy pequeño
me gustaron los juegos de mesa, recuerdo que de niño jugaba "Turista
mundial" con mis hermanos, este juego era una versión alternativa del
ahora muy conocido "Monopoly" =)
También jugábamos al
"Parkase" he hice mi versión casera para jugarla en la mesa del comedor,
dibuje con marcadores de colores sobre un pliego de papel bond
cuadriculado y lo pusimos bajo el hule cristal de la mesa, je, je, je,
je, era muy divertido!
Cuando yo tenia 12 años, soñaba
con crear mi propio juego de mesa, un juego de mesa de opera espacial,
al estilo de "Star Trek" mi idea era hacer un tablero enorme con
planetas y estaciones espaciales y que las naves viajaran por casillas a
través de las estrellas, las partidas serian muy largas así es que el
tablero debería ir colgado de la pared y las piezas deberían sostenerse
sobre ese tablero... mi Mama, que también era mi cómplice, me sugirió
que las naves podrían llevar velcro y que el tablero podría ser de tela
blanca para que yo pudiera dibujar sobre ella, juntos recorrimos la
colonia comprando los materiales, yo pegue la tela sobre cartón
utilizando pegamento blanco y clave el tablero en la pared... nunca
termine ese juego, pienso que hubiera quedado maravilloso =(
Los
años pasaron y tuve otros intereses, hasta que años después mi hermano
mayor trajo a casa una baraja de cartas: "Magic the gathering"
Magic
era extraordinario, cada carta modificaba el libro de reglas y las
posibilidades eran infinitas, jugamos y jugamos, yo buscaba crear combos
extraños, barajas extravagantes, inventaba reglas alternativas, nuevos
modos de juegos, formas de poder jugar en solitario, el Magic es
increíble... este año se cumplen veinte años desde que deje de
jugarlo...
Los años pasaron, estudie una carrera en la
Universidad, mis hermanos mayores se casaron y se fueron de casa y un
día en una reunión familiar mi hermano mayor trajo un juego de
mesa para jugar con la familia: "Carcassonne"
No pude dormir esa noche, yo estaba enamorado.
Creo
que mas bien había recordado un viejo amor, el diseño de juegos de
mesa, pues esa noche no pude dejar de pensar en lo fantástico que podría
ser que los jugadores tuvieran la posibilidad de mover sus pequeños
personajes de madera a través del tablero modular, toda la noche imagine
e imagine, todo con una sonrisa de oreja a oreja, a la mañana siguiente
dibuje el primer boceto de Zaibatsu.
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